Claudio cumplía su servicio militar en Río Grande, Tierra del Fuego. Llegó a Malvinas el 5 de abril. Formaba parte del Batallón de Infantería de Marina 5, formado en un 75% de conscriptos. "Yo era el segundo tirador de una MAG. Rovacio fue recorriendo las barracas y nos iba diciendo que íbamos a pelar en Malvinas. Que si alguno no quería ir, que diera un paso al frente". Nadie en Río Grande se movió.
Eran unos 1200 hombres comandados por el Capitán Carlos Rovacio, que aguantaron 32 días de continuos cañonazos navales sin ser relevados. No se conoce en la historia de la guerra moderna un ejército que haya soportado tanto hostigamiento, agravado por las condiciones climáticas y la falta un suministro elemental: comida.
"La peor noche de mi vida fue el 1ero. de Mayo en el monte Happer, donde estábamos apostados. Empezaron los bombazos desde el mar y entré en pánico. Es inexplicable lo que se siente. El radar que habían puesto en la cima para detectar a los Sea Harriers quedó inutilizado esa misma noche. La esquirla de un bombazo le arrancó una pierna a un compañero que estaba cerca nuestro y murió desangrado. Podés pasar hambre, frío, miedo. Pero una de las cosas más estremecedoras de la guerra es escuchar a tus compañeros gritando de dolor en la noche, pidiendo ayuda".
Replegándose, el BIM 5 no sólo luchó hasta el final, y recién entregó las armas cuando llegó la noticia cierta de que se había firmado la rendición. "A mí me llevaron en el Bahía Paraíso hasta Bahía Blanca, y luego de vuelta a Río Grande, donde nos quería seguir bailando. Pero yo no quería saber más nada y andaba por ahí. Mi vieja no tenía novedades, y pensó que estaba muerto. Gracias a un radio aficionado, José Luis Castillo, me contactaron y se tranquilizó".
Milivinti pudo reahacer su vida y se casó bajo la única condición de que su esposa, jamás le preguntara por la guerra. Recién pudo empezar a desahogarse hace 12 años atrás, cuando su hija Selene, quien tenía 7 años, le empezó a preguntar si era verdad de que él había estado en Malvinas.
Relato extraído de La Auténtica Defensa.